martes, 17 de febrero de 2015

Beneficios de jugar en familia

El juego, con ser una diversión en sí, no debe ser exclusivo para la infancia por aquello de que para el adulto puede suponer una pérdida de tiempo, ya que resulta un medio no sólo para disfrutar en familia, sino, a través de él, observar, aprender, enseñar y trabajar una cohesión que fijará conductas y unirá a las familias deleitándolas. Por eso hemos resumido esta conclusión en 10 beneficios psicológicos que puede aportar el juego en familia: 1) Los progenitores son un aspecto imprescindible cuando un hijo juega, ya que son su referente, quienes le enseñan cómo y con qué jugar, al regalarle los juguetes y explicarle su funcionamiento. 2) A través del juego los padres ayudan a su prole a desarrollar la imaginación y la socialización. 3) El juego hace que mejore la relación paterno-filial. También, con hermanos, hace que se conozcan mutuamente y mejore su relación. 4) Jugando, los hijos sentirán que sus padres no son sólo una figura de autoridad que está presente en su educación, sino también en la diversión y el disfrute, lo que supone también una importante forma de expresar el cariño. 5) Cuando un niño termina un puzle o coloca bien una pieza, y los adultos le felicitan por ello, contribuyen a mejorar su autoestima y motivación. La sensación positiva que se produce en el hijo hace que quiera repetirlo con mayor frecuencia y que se enfrente con más fuerza a nuevos retos y actividades. 6) Jugar con los hijos es una forma de conocer sus necesidades e intereses, porque los niños suelen expresar sus sentimientos y preocupaciones a través del juego. 7) El juego también muestra cuáles son las habilidades, limitaciones y virtudes de los niños, lo que supone para los padres una valiosa información sobre las aptitudes, los gustos y el carácter de sus hijos. 8) Jugar es una estupenda manera de aprender los unos de los otros, porque los hijos pueden enseñar cosas a los padres a través del juego, igual que los padres enseñan a sus hijos. 9) Es una fuente de experimentación y conocimiento de uno mismo y de los que le rodean, tanto con los padres como con los hermanos, ya que, al jugar todos juntos y observarse entre ellos, aprenden. Además, toman conciencia de la pertenencia a un grupo. 10) También aprenden a relacionarse, a respetarse y a cumplir las normas sociales para integrarse mejor en el grupo. En conclusión, lo importante en el juego no es el resultado final, quién gane o quién pierda, sino todo el proceso y el tiempo que se ha compartido. Por último, es importante tener en cuenta que no sólo es necesario jugar en familia, los niños también deben aprender a jugar solos y con sus iguales.

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